sábado, 26 de mayo de 2007

Estoy en China, Guangzhou, comiendo perros y gatos y el tren a Beijing

Pues sí, estoy aquí en China. Hemos empezado por Guangzhou, capital de la provincia de Guandong al sur de China, también conocido como Cantón. Con unos 10 millones de habitantes, de los cuales solo hay 7,3 registrados. Es uno de los pocos lugares, junto con Hong Kong, en que se habla cantonés. En el resto de China se habla Mandarín.

Se puede llegar desde Hong Kong cruzando los 182 kilómetros que los separan ya sea en tren, autobús o ferry.

Es una ciudad bastante fea, pero con alguna que otra cosa interesante, como la Isla de Shamian, recuerdo de las colonias francesas y británicas, considerado un mar de calma entre la maraña de caos y tráfico que es el resto de la ciudad. Es el único lugar de China donde los europeos pudieron establecer asentamientos. Una cosa muy curiosa y entrañable es que este ha sido designado como punto de reunión para los cientos de norteamericanos que vienen a China a adoptar niñas. Se suelen alojar en el hotel White Swam, al lado del río.

Es interesante ver parejas de gigantescos americanos llevando contentas y diminutas niñas chinas con mofletes rojos asustadas, pero felices de la nueva vida que les aguarda y de las muestras de cariño recibidas por los que serán a partir de ahora los miembros de su nueva familia.

No es que solo adopten americanos, no, lo que pasa es que los europeos tienen otra zona donde gestionar los trámites y donde reunirse con las niñas.

En frente de la Isla de Shamian se encuentra el mercado Qingping famoso por la bizarra selección de animales que se venden aquí para uso alimenticio. A pesar de que para algunos puede resultar muy duro ver como, las que podrían ser nuestras queridas mascotas, se venden como carne, merece la pena darse un paseo para verse sumergido de lleno en otra cultura tan distinta a la nuestra como es la china.


Te puedes comprar unos pececillos...




Unos bonsais...



O unos gatitos para comer...


Ahora mismo estoy en Beijing. Hemos tardado unas 23 horas en llegar en tren.

El viaje ha sido genial con una habitacioncita para dos muy cuca. Me encantan los trenes...




La operadora y el tren.



Vista de casas en Guangzhou.




El comedor/cuarto de estar en el tren. Y un hermoso ventanal.




Camitas.




Otra vista de las camas. Con tele.




Y el WC.

No puedo esperar contaros todas las cosas que nos han pasado en la capital de China. Seguiré escribiendo.

Abrazos.