domingo, 22 de enero de 2006

Lo que me cuesta hacer deporte

Me estoy convirtiendo en un cacho de carne repugnante.
Depués de los festines navideños, las jartadas a comer en Canadá, y unos hábitos mas bien sedentarios, vuestro posteador favorito se está mutando en una masa viscosa de forma indefinible.
Pero no os preocupéis por mí, dulces cortesanas. Ya se ha empezado a mover el mecanismo que me va a devolver a mi cuerpo, sino soñado, sí menos repugnante:
  • Me he apuntado a un gimnasio al que pretendo ir a la hora de la comida, ya que está en el mismo edificio en el que trabajo.
  • El Lunes me voy a escalar a un rocódromo de un pueblecito de aquí cerca con una amiguita (gran aliciente ;P). Que se convierta en costumbre...

Un rocódromo bastante decente.



  • Un colega me está metiendo presión para que nos apuntemos a Kick Boxing en un gimnasio de dudosa reputación. Espero que no me peguen en la cara muy fuerte, pobre de mí.


Se me están quitando un poco las ganas...




Si sobrevivo a todo lo anterior, y no me como un par de vacas al día, supongo que de aquí a 120 años recuperaré mi legendaria forma física.



Ejem.., algo parecido...

1 comentario:

Anónimo dijo...

MAdre mia esto es un aplaga, yo he tenido que hacer lo mismo!!!

Y joder...cuando uno sale del gym....que buena pina tienen los putos whoppers!! jajajaja